Todos cometemos errores. En ocasiones, repetimos el mismo error. Muchas veces nos sentimos desmoralizados por alguna situación que se encuentra fuera de nuestras manos. Y le damos vuelta a la situación, una y otra vez. Esto, en lugar de ayudar nos desmoraliza cada vez más.
Llevó ya bastante tiempo dando vueltas a un asunto. Y al fin hoy, me he dado cuenta de que cae fuera de mi círculo de influencia. La primera vez que escuche hablar de esto, fue en el libro de los siete hábitos de Covey. Y me pareció un concepto atinado.
Básicamente, si nos concentramos en nuestro círculo de influencia, lo ampliamos. Pero, si hacemos, como yo he hecho hasta ahora. En lugar de ser productivos y efectivos. Nuestro círculo de influencia se hace más pequeño. El pensar fuera de nuestro círculo de influencia, el estar preocupado por otras cosas, en lugar de las que podemos hacer implica pasar tiempo en nuestro círculo de preocupación.
El actuar y trabajar en el círculo de influencia implica consciencia de nuestra responsabilidad de nosotros mismos y de nuestras acciones. Y está relacionado con el primer hábito de las personas que son efectivas, altamente efectivas, según Covey: SER PROACTIVO.
Mi meta de la semana, concentrarme en la proactividad.
Aquí una imagen del Blog Filosofando en la Educación, que hace referencia a ambos círculos.
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