Todos deberíamos de preguntarnos, ¿cómo queremos que nos recuerden dentro de 40 años. Los gobernadores, los presidentes municipales y cualquier servidor público debería hacerlo. Para ellos existen varias herramientas y modelos. Cuando me tocó colaborar en Oficialía Mayor, al final, utilizamos un software que se llamaba QPR. Este software nos permitió crear indicadores de calidad, para nuestro Sistema de Gestión de Calidad basado y certificado en ISO 9000, para el modelo de equidad de género y para los proyectos estratégicos que teníamos a cargo. Este sistema tenía la flexibilidad de analizar la dependencia en general, por área o por proceso.
Al comenzar la actual administración, una de las primeras decisiones del área de evaluación de gobierno fue determinar que modelo se iba a utilizar para evaluar la gestión pública de manera estratégica. Entonces se analizó la herramienta que utilizamos en Oficialía Mayor QPR y el modelo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. A mí en particular, me gustaba el QPR, pero después de leer sobre SIGOB, me pareció una herramienta no tan compleja pero sí muy poderosa. Y más que ser poderosa la herramienta, lo poderoso es el enfoque. Se determinaron 12 proyectos estratégicos. Lo poderoso de la herramienta pues es el enfoque. Entre los proyectos estaban la autosuficiencia alimentaria, el parque tecnológico y otros 10, que no conocí.
Platique con personal de la secretaria del campo y me comentaron que estaban llevando el SIGOB, donde se registraban actividades y se comunicaban acciones. También me toco hablar con personas del Consejo Estatal de Desarrollo Económico y también hablaron del SIGOB. A ambos les pregunté, que tanto tiempo y recursos le dedicaban al proyecto estratégico que les correspondía. Ambos también me contestaron que muy poco, en una estimación, me dijeron que menos del 5% de su tiempo. Los proyectos, cuando son estratégicos requieren tiempo y recursos. La única evidencia de que se está realizando trabajo son los productos. Al día de hoy, no es claro el parque tecnológico, como tampoco lo es la autosuficiencia en el campo.
Después del primer año del uso de la herramienta y de la capacitación de personal por consultores expertos en el modelo, se registraron algunos resultados. Ese mis año existió la ocurrencia de crear 40 proyectos estratégicos más y registrarlos en SIGOB. Cómo había mencionado, lo poderoso del modelo es el enfoque en metas concretas, no en la capacidad de la herramienta para registrar “todos” los proyectos.
El mensaje al final, es no queremos enfocarnos. No nos gusta el enfoque y además por deducción no tenemos rumbo. En el tercer informe de gobierno leí varias reseñas en los periódicos locales: http://porticoonline.mx/2013/09/08/principales-acciones-contenidos-en-el-tercer-informe-de-gobierno-de-miguel-alonso-reyes/ (resultados enfocados en el uso de recursos), http://ntrzacatecas.com/2013/09/08/coincide-postura-de-funcionarios-por-tercer-informe-de-gobierno/ (felicitaciones por el trabajo realizado). Ninguno mencionó las metas estratégicas o el SIGOB.
Un amigo me decía en la universidad. Después de la mitad, ya vas de salida. Y alguna vez escuche de manera directa del ex gobernador de Zacatecas Genaro Borrego: “en la política los días son largos y los años son cortos”. En menos de lo que pensamos estos seis años van a pasar, ya faltan menos de 2 más el año de entrega. Valdría la pena que se preguntasen entonces, ¿porqué nos van a recordar dentro de 40 año? o ¿qué estamos dejando para que nos recuerden dentro de 40 años? Lo que comenzó como la posibilidad de tener una estrategia, se fue diluyendo con el tiempo. Lo triste de ello, es que no es la excepción, sino la regla.
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